Parece casualidad que la celebración de la marcha internacional por la vida coincida, en España, con otro incumplimiento más del Partido Popular.
A finales del pasado Julio, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguraba que su reforma de la ley del aborto se presentaría antes del mes de octubre.
Ahora bien, habría que aclarar a todos aquellos votantes cautivos del PP, esa derecha social que sigue votando al PP como un mal menor y que se conforma con simples migajas que avivan su esperanza de que el PP vuelva a ser ese partido Conservador, que la reforma de Gallardón, si es que al final llega, tal y como se planteó, no es más que un lavado de cara de la ley del aborto socialista del 85 y que no supondrá un descenso considerable del número de abortos.
Antes de nada, decir que lo único de positivo que tiene su reforma es quitar el supuesto, que nos equiparaba a las políticas eugenésicas nazis, de la malformación del feto.
Los últimos datos oficiales comparables de que disponemos son los del 2009, de 111.482 abortos el 2.98 % (3.322) se realizaron bajo el supuesto del “riesgo fetal”, frente al 96.74% (107.847) del supuesto de “Salud materna”; supuesto este último que no sufre ninguna modificación en la ley propuesta y que se ha demostrado un coladero para, en la práctica, aplicar el aborto libre en España.
Para eliminar una Ley, hace falta voluntad y mayorías parlamentarias, y el PP tiene la mayoría absoluta pero carece de voluntad; y, aunque suponiendo que tuvieran voluntad, y lo que les frenara fuera su cobardía podrían, al menos, reformar la ley del siguiente modo:
Además de eliminar el supuesto de malformación del feto, si no se atreven a quitar el de riesgo psicológico para la madre, al menos hagan que el sicólogo que certifique dicho requisito no esté asalariado directamente por la clínica abortista (que es la cusa del fraude de ley) y sean varios especialistas del sistema público de salud los que emitan dicho certificado.
Algo similar se hizo en Polonia, porque el Partido del gobierno tenía voluntad pero carecía de suficiente representación, y se redujo el aborto en un 90%, lo que en España supondría salvar la vida a más de 90.000 seres humanos al año.
Una falta de voluntad o cobardía, que se perpetuará en su forma de gobierno, mientras esa derecha social, cautiva, siga votando a un partido como el PP que no apuesta por “aborto cero”.
Manuel Maldonado
ALTERNATIVA ESPAÑOLA EN GRANADA 
Estoy totalmente en contra del aborto, como padre miro a mis hijos y siento una sensación muy desagradable al pensar en ese asesinato de lo mas indefenso que existe en la creación. En su momento tuve que decidir hace tiempo en una situación de aborto en la familia y fue en contra del mismo y ahora, estoy contento porque veo al muchacho y su conducta hacia su madre y como la quiere. Ese amor no se puede cercenar de raiz.