La píldora postcoital se vende como rosquillas en Granada

La píldora postcoital ha pasado a venderse como rosquillas en Granada, sobre todo desde hace dos meses, según los datos de la Hermandad Farmacéutica de Granada (Hefagra). El año pasado se dispensaron 2.900 envases y en lo que llevamos de 2009 ya se han distruido 4.300. Las ventas en farmacia se han triplicado. La media mensual ha pasado de 250 a 750 fármacos desde el pasado 1 de octubre, fecha en la que se liberalizó su venta, al precio de 19 euros.
Estos datos confirman la irresponsabilidad del gobierno de España, que ha puesto en peligro la salud de muchas mujeres al poner a la venta, sin ningún tipo de control un fármaco abortivo y potencialmente nocivo para su salud.
Los expertos no recomiendan este método anticonceptivo para uso habitual. El principio activo por que el que funciona es el levonorgestrel. Si la ovulación no se ha producido cuando se ingiere la pastilla, el levonorgestrel la inhibe y bloquea la liberación del óvulo, que no puede ser fecundado. Si la mujer ha ovulado, impide que el óvulo fértil se asiente en el útero provocando la muerte del cigoto y por lo tanto un aborto.
El hecho de que la píldora ‘poscoital’ pueda ser efectiva hasta las 72 horas después de la relación sexual de riesgo, no quiere decir que impida el embarazo en todos los casos. Su eficacia más alta se da en las primeras 24 horas (del 95%). Después, se reduce a la mitad. La píldora se presenta en una dosis o en dos, a intervalos de 12 horas.
El aumento en las ventas se ha notado, sobre todo, en las oficinas farmacéuticas que abren por la noche. En Granada, según los datos del Centro de Diagnóstico y Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), las chicas que suelen acudir a por la pastilla del día después tienen entre trece y más de treinta años. Sin embargo, el número de menores que requieren de este tratamiento sólo supone entre un 5% y un 10% aproximadamente, fijándose la ratio de edad más habitual entre los 18 y 24 años.